Todas las piezas de esta pistola de acero están hechas con una impresora 3D
Excepto los muelles.
Ahora ya estamos hablando en serio. Una pistola exige piezas de gran resistencia, poca tolerancia y cierta complicación mecánica. Si se pueden hacer todas las piezas con construcción aditiva, me creo que en diez años estemos fabricando gran parte de los objetos de consumo así. Especialmente aquellos de los cuales no se hagan muchas unidades. Por ejemplo, Iremos a la ferretería y les pediremos que nos impriman herrajes de mueble a partir de unos planos electrónicos porque Ikea ya no los fabrica y se nos han roto.
Comentarios
La gracia del asunto es la que cuentas: que se pueden hacer bajo demanda. No es necesario fabricar y vender tropecientas mil piezas para que el molde o el proceso salga rentable, que es lo que pasa con la fabricación tradicional.
Con tolerancias suficientemente bajas y para piezas de metal hay un mercado muy interesante y muy extenso. El ejemplo que pones es muy claro, pero habrá que ver cómo se lleva esto con la situación económica. Ahora, con la crisis, hay mucho "cacho" para este tipo de soluciones. Antes de la crisis, si se te rompía una esquinita de un mueble de Ikea te comprabas otro entero (aunque luego no quepa de alto en la habitiación;-) pero ahora la gente mira la pela y si consigue implantarse la cosa cambiará muy deprisa.
En un negocio combinado de escaneo 3D e impresión 3D podrías, por ejemplo, llevar un tenedor de tu cubertería de plata para que te hagan otro igual que perdiste y así completarla. O reemplazarte la patilla de titanio de tus gafas.
¿Qué más se os ocurre? .... ¿ponemos una tienda?