Cuando quedamos para tomar un cerveza?
La Cerveza esconde curas contra el cáncer, el Alzheimer y la impotencia masculina.
La bebida predilecta de una gran parte de la humanidad esconde todo tipo de antídotos contra enfermedades graves. Eso, sí, siempre que se consuma con moderación, dice en un reportaje la revista "vida saludable".
Investigadores de la Universidad de Oregón demostraron que las altas propiedades estrogénicas del lúpulo de la cerveza, más potentes que las de la soja, puede hacer que se utilice en el futuro en lugar de la terapia hormonal sustitutiva. Relacionando ello con el riesgo de osteoporosis, algunos fitoestrógenos del lúpulo de la cerveza son especialmente activos para evitar las pérdidas óseas.
Otros datos compilados en el portal Vida Saludable aseguran que, siempre en prudentes cantidades, ayuda a disminuir el riesgo de formación de cálculos renales y hepáticos.
Existen investigaciones en la que se comprobaron las propiedades anti-cáncer de los componentes de la cerveza. El lúpulo (una planta trepadora de la familia de las cannabináceas que se cultiva principalmente para elaborar cerveza por su poder de amargor), por ejemplo, contiene flavonoides que inhiben ciertos tipos de cánceres en cultivos celulares.
Asimismo un grupo de científicos japoneses estudió 27 diferentes tipo cervezas en todo el mundo y encontró que contenían potentes sustancias inhibidoras contra diversos carcinógenos producidos durante la cocción de los alimentos. También la cerveza muestra un efecto protector frente a la bacteria Helicobacter pylori, causante de muchos cánceres de estómago.
Respecto al envejecimiento y deterioro mental también existen datos a favor del consumo moderado de cerveza. Algunos se deben a su efecto dilatador sanguíneo, sus propiedades diuréticas y su ayuda para mejorar el sueño.
Al respecto, una investigación realizada en la Universidad de Indiana sobre 4000 parejas de hermanos varones gemelos descubrió que, entre ellos, los bebedores moderados de cerveza lograron mayores puntuaciones en las pruebas de capacidad mental que los no bebedores o los muy bebedores.
Otro estudio realizado en Holanda arrojó como resultado que los bebedores moderados de cerveza tenían un menor riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer.
El doctor Pavel Zemek, investigador del Centro Checo de Gerontología, descubrió en la cerveza un dato clave para los hombres: beber dos latas diarias retrasa la impotencia.
Uno de los últimos descubrimientos acerca de las propiedades curativas de la cerveza fue publicado recientemente por la revista New England Journal of Medicine y asegura que disminuye el riesgo de ataques cardíacos.
Sí, para felicidad de los adoradores de la “birra”, la investigación –realizada durante 12 años sobre 38.077 hombres- arrojó que quienes consumen un mínimo de cuatro cervezas (pequeñas) semanales tuvieron un 33% menos de posibilidades de sufrir paros cardíacos.
En tanto, otra investigación realizada en la Universidad de Emory durante un período de 14 años que entre hombres y mujeres con una edad media de 74 años, dio como resultado que aquellos que bebían al menos una lata diaria tenían entre un 20 y 50% menos de riesgos de sufrir un infarto cardíaco.
Según las explicaciones científicas, la ingesta moderada de cerveza incrementa los niveles de ácido fólico y de antioxidantes y disminuye los de colesterol y de fibrinógeno, todo lo cual favorece la salud cardiovascular.
En el mismo campo de riesgos cardiovasculares, un trabajo norteamericano sobre mujeres posmenopáusicas encontró que el consumo de una lata de cerveza a diario disminuyó el colesterol malo y aumentó la concentración del colesterol bueno.
La bebida predilecta de una gran parte de la humanidad esconde todo tipo de antídotos contra enfermedades graves. Eso, sí, siempre que se consuma con moderación, dice en un reportaje la revista "vida saludable".
Investigadores de la Universidad de Oregón demostraron que las altas propiedades estrogénicas del lúpulo de la cerveza, más potentes que las de la soja, puede hacer que se utilice en el futuro en lugar de la terapia hormonal sustitutiva. Relacionando ello con el riesgo de osteoporosis, algunos fitoestrógenos del lúpulo de la cerveza son especialmente activos para evitar las pérdidas óseas.
Otros datos compilados en el portal Vida Saludable aseguran que, siempre en prudentes cantidades, ayuda a disminuir el riesgo de formación de cálculos renales y hepáticos.
Existen investigaciones en la que se comprobaron las propiedades anti-cáncer de los componentes de la cerveza. El lúpulo (una planta trepadora de la familia de las cannabináceas que se cultiva principalmente para elaborar cerveza por su poder de amargor), por ejemplo, contiene flavonoides que inhiben ciertos tipos de cánceres en cultivos celulares.
Asimismo un grupo de científicos japoneses estudió 27 diferentes tipo cervezas en todo el mundo y encontró que contenían potentes sustancias inhibidoras contra diversos carcinógenos producidos durante la cocción de los alimentos. También la cerveza muestra un efecto protector frente a la bacteria Helicobacter pylori, causante de muchos cánceres de estómago.
Respecto al envejecimiento y deterioro mental también existen datos a favor del consumo moderado de cerveza. Algunos se deben a su efecto dilatador sanguíneo, sus propiedades diuréticas y su ayuda para mejorar el sueño.
Al respecto, una investigación realizada en la Universidad de Indiana sobre 4000 parejas de hermanos varones gemelos descubrió que, entre ellos, los bebedores moderados de cerveza lograron mayores puntuaciones en las pruebas de capacidad mental que los no bebedores o los muy bebedores.
Otro estudio realizado en Holanda arrojó como resultado que los bebedores moderados de cerveza tenían un menor riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer.
El doctor Pavel Zemek, investigador del Centro Checo de Gerontología, descubrió en la cerveza un dato clave para los hombres: beber dos latas diarias retrasa la impotencia.
Uno de los últimos descubrimientos acerca de las propiedades curativas de la cerveza fue publicado recientemente por la revista New England Journal of Medicine y asegura que disminuye el riesgo de ataques cardíacos.
Sí, para felicidad de los adoradores de la “birra”, la investigación –realizada durante 12 años sobre 38.077 hombres- arrojó que quienes consumen un mínimo de cuatro cervezas (pequeñas) semanales tuvieron un 33% menos de posibilidades de sufrir paros cardíacos.
En tanto, otra investigación realizada en la Universidad de Emory durante un período de 14 años que entre hombres y mujeres con una edad media de 74 años, dio como resultado que aquellos que bebían al menos una lata diaria tenían entre un 20 y 50% menos de riesgos de sufrir un infarto cardíaco.
Según las explicaciones científicas, la ingesta moderada de cerveza incrementa los niveles de ácido fólico y de antioxidantes y disminuye los de colesterol y de fibrinógeno, todo lo cual favorece la salud cardiovascular.
En el mismo campo de riesgos cardiovasculares, un trabajo norteamericano sobre mujeres posmenopáusicas encontró que el consumo de una lata de cerveza a diario disminuyó el colesterol malo y aumentó la concentración del colesterol bueno.
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