Aquellos experimentos de facultad
Esta es una historia que cuento con unas cervezas, como nuestros amigos los de la Legión, y que me trae viejos recuerdos. Yo era un pobre hombre que iba a la sesión especial de clases de la facultad para aquellos que trabajabamos en nuestro tiempo lectivo, asin que un día de camino a las prácticas de laboratorio de químicas, tarde por supuesto ya que eran sabado por la mañana, fui testigo de como un compi, que por cierto se jugó la plaza, más dormido que yo, pero más puntual, se puso presto a realizar la práctica de la comprobación de lo exotérmica que es la reacción del sodio con el agua con el descuido de no oir: ¡Cuidado! hay que partir la barra de sodio sacada de la parafina un pedazo pequeño, y el tio metió la barra entera. En este momento, es cuando dependiendo de la cantidad de cervezas bebidas magnífico la catastrofe, entre otras cosas porque yo estaba detrás de la puerta en el momento de la explosión, pero lo real y auténtico, es que el susodicho se cargó algun cristal del ventanal y dejó en su cuerpo varios corte de cristales resultados de la reacción. El peor parado fue nuestro profe de químicas que del susto le costó tiempo recuperarse.
Y ¿a que viene todo esto?, pues bien, esta mañana en CPI (curioso pero inutil) he visto este Google-video que me ha recordado la experiencia, y la frase que siempre se dice al caso: ¡No intentar esto en casa, chicos!.
Y ¿a que viene todo esto?, pues bien, esta mañana en CPI (curioso pero inutil) he visto este Google-video que me ha recordado la experiencia, y la frase que siempre se dice al caso: ¡No intentar esto en casa, chicos!.
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